Lo que buscan contagiar las sencillas páginas que cuelgan desde tus manos, es el fuego que se nos sale por la boca, la pequeña subversión olvidada, es la mujer y el hombre recuperando lo que siempre fue suyo; son unas pequeñas raíces negras para la libertad.
Poemas para la libertad
Compilado de poesía e ilustraciones, realizado en conjunto con otrxs compañerxs.
Lo que buscan contagiar las sencillas páginas que cuelgan desde tus manos, es el fuego que se nos sale por la boca, la pequeña subversión olvidada, es la mujer y el hombre recuperando lo que siempre fue suyo; son unas pequeñas raíces negras para la libertad.
Lo que buscan contagiar las sencillas páginas que cuelgan desde tus manos, es el fuego que se nos sale por la boca, la pequeña subversión olvidada, es la mujer y el hombre recuperando lo que siempre fue suyo; son unas pequeñas raíces negras para la libertad.
Una pequeña fábula - F. Kafka
"Ay", dijo el ratón, "el mundo se está haciendo más chiquito cada día. Al principio era tan grande que yo tenía miedo, corría y corría, y me alegraba cuando al fin veía paredes a lo lejos a diestra y siniestra, pero estas largas paredes se han achicado tanto que ya estoy en la última cámara, y ahí en la esquina está la trampa a la cual yo debo caer".
"Sólamente tienes que cambiar tu dirección", dijo el gato, y se lo comió.
El hombre de los ojos bonitos
Vídeo "The Man With The Beautiful Eyes" de Jonathan Hodgson, basado en un poema de Charles Bukowski.
Únete a la resistencia, enamorate.
Extraído de Crimethinc
El amor transforma el mundo. Donde la enamorada
anteriormente sentía aburrimiento, ahora siente pasión. Donde antes era
complaciente, ahora es guiada por las emociones y obligada a la acción
auto-asertiva. El mundo que algún día parecía vacío y aburrido se llena de
significado, de riesgos y recompensas, de majestuosidad y peligro. La vida para
el enamorado es un regalo, una aventura llena de las más grandes emociones;
cada momento es memorable y de una belleza que rompe el corazón. Cuando se
enamora, una persona que antes se sentía desorientada, alienada y confundida
ahora sabe exactamente lo que quiere. De repente su existencia tiene sentido
para ella; de repente se vuelve valiosa, hasta gloriosa y noble. La pasión loca
es un antídoto que curará los peores casos de desesperación y obediencia
resignada.
Enamorarse es el más extremo acto de revolución, de resistencia
al tedioso, socialmente restrictivo, culturalmente constrictivo mundo actual.
El amor hace posible que individuos se conecten a otros de
una forma significativa --los impulsa a dejar sus escudos y a arriesgar ser
honestos y espontáneos juntos, a conocer al otro de maneras profundas. Así el
amor hace posible que se preocupen el uno por el otro genuinamente, en lugar de
al final de la pistola de la doctrina Cristiana. Pero al mismo tiempo, empuja
al enamorado fuera de la rutina de la vida diaria y lo separa de otros seres
humanos. Se sentirá a un millón de kilómetros de la humanidad, como viviendo en
un mundo totalmente diferente al de ellxs.
En este sentido el amor es subversivo, porque amenaza al
orden establecido de nuestras vidas modernas. Los aburridos rituales de la
productividad laboral y etiqueta socializada no significarán nada para un
hombre que se ha enamorado, pues hay fuerzas más importantes guiándolo que la
simple inercia y honor a la tradición. Las estrategias de mercado que dependen
de la apatía o inseguridad para vender los productos que mantienen a la
economía activa no tendrán efecto sobre él. El entretenimiento diseñado para el
consumo pasivo, que depende del agotamiento o cinismo en el observador, no le
interesará a él.
No hay lugar para el enamorado apasionado y romántico en el
mundo actual, laboral o privado. Pues el puede ver que vale más la pena irse de
autostop a Alaska (o sentarse en el parque y ver como se mueven las nubes) con
su enamorada, que estudiar para su examen de cálculo o vender inmuebles, y si
el decide que así es, tendrá el valor para hacerlo en lugar de estar
atormentado por anhelos insatisfechos. El sabe que entrar a un cementerio y
hacer el amor bajo las estrellas hará una noche mucho más memorable que lo que
ver televisión jamás podrá. Así, el amor amenaza a nuestra economía conducida
por el consumo, que depende del consumo de productos (enormemente inútiles) y
el labor que este consumo necesita para perpetuarse.
Similarmente, el amor amenaza a nuestro sistema político,
pues es difícil convencer a un hombre que tiene mucho por vivir en sus
relaciones personales de querer ir a pelear y morir por una abstracción como el
estado; por ese motivo, será difícil convencerlo hasta de que pague impuestos.
Amenaza a todo tipo de culturas, pues cuando se les da sabiduría y valor por
amor verdadero a los seres, ellos no se restrictirán por las tradiciones o
costumbres que son irrelevantes a los sentimientos que los guían.
El amor amenaza a nuestra sociedad misma. El amor apasionado
es ignorado y temido por los burgueses, pues significa un gran peligro para la
estabilidad y pretensión que ellos codician. El amor no permite mentiras, ni
falsedades, ni siquiera corteses verdades a medias, sino que deja todas las
emociones al desnudo y revela los secretos que los hombres y mujeres
domesticados no pueden soportar. No puedes mentir con tu respuesta emocional y
sexual; situaciones o ideas te excitarán o repelerán así lo quieras o no, así
sean corteses o no, así sean aconsejables o no. Uno no puede ser un enamorado y
un (horrorosamente) responsable, (horrorosamente) respetable miembro de la
sociedad actual al mismo tiempo; pues el amor te impulsará a hacer cosas que no
son "responsables" o "respetables". El amor verdadero es
irresponsable, irreprimible, rebelde, desdeñoso de cobardía, peligroso para la
enamorada y todos los que la rodean, pues solo sirve a un amo: la pasión que
hace que el corazón humano lata más rápido. Desdeña todo lo demás, sea auto-preservación,
obediencia, o vergüenza. El amor impulsa a los hombres y mujeres al heroísmo, y
al antiheroísmo --a indefendibles actos que necesitan no defensa para aquel que
ama.
El enamorado habla un distinto lenguaje moral y emocional
que el típico hombre burgués habla. El hombre burgués promedio no tiene esos
deseos que queman. Tristemente, todo lo que conoce es la desesperación
silenciosa de pasar la vida persiguiendo metas establecidas para el por su
familia, sus educadores, sus empleadores, su nación y su cultura, sin siquiera
haber considerado sus propias necesidades y deseos. Sin el ardiente fuego del
deseo para guiarlo, el no tiene criterio para escoger lo que es correcto o
incorrecto para él. Consecuentemente, es forzado a adoptar algún dogma o
doctrina a seguir durante su vida. Existe una amplia variedad de moralidades
para escoger en el mercado de ideas, y cual moralidad compre un hombre no tiene
importancia mientras escoja una, pues de otra manera estará perdido en cuanto a
que hacer con si mismo y con su vida. ¿Cuantos hombres y mujeres, habiendo
nunca comprendido que ellos tenían la opción de escoger sus propios destinos,
vagan a través de la vida en una nube pensando y actuando de acuerdo a las
leyes que se les enseñaron, solamente porque no tienen otra idea de que hacer?
Pero la enamorada no necesita principios prefabricados a seguir, sus deseos
identifican lo que es correcto e incorrecto para ella, pues su corazón la guía
a través de la vida. Ella ve belleza y significado en el mundo, porque sus
deseos pintan al mundo en esos colores. Ella no necesita dogmas, ni sistemas
morales, ni mandos e imperativos, pues ella sabe que hacer sin necesidad de
instrucciones.
Así ella realmente es una amenaza para nuestra sociedad. Que
pasaría si todos decidieran que es lo correcto e incorrecto por ellos mismos,
sin ningún respeto por la moralidad convencional? Que pasaría si todos hicieran
lo que quisieran, con el valor de enfrentar cualquier consecuencia? Que pasaría
si todos temieran a la monotonía sin amor y sin vida, mas que lo que temen a
tomar riesgos, mas de lo que temen al hambre o al frío o al peligro? Que
pasaría si todos eligieran sus "responsabilidades" y el "sentido
común" y se atrevieran a perseguir sus sueños más locos, de llegar lejos y
vivir cada día como si fuera el último? Imagina que lugar sería el mundo!
Ciertamente sería distinto a como es ahora --y es una verdad obvia que la gente
común, los simultáneos guardianes y víctimas del status quo, temen al cambio.
Y así, a pesar de las imágenes estereotipadas usadas en los
medios para vender pasta de dientes y suites para luna de miel, el amor genuino
y apasionado es disuadido en nuestra cultura. Ser "llevado por tus
emociones" es mal visto; en su lugar estamos educados a estar siempre a la
defensiva por miedo a que el corazón nos lleve fuera del camino correcto. En
lugar de ser alentados a tener el valor para enfrentar las consecuencias de los
riesgos tomados al perseguir los deseos de nuestros corazones, se nos aconseja
no tomar ningún riesgo, ser "responsables". Y el mismo amor es
regulado. Los hombres no deben enamorarse de otros hombres, ni las mujeres de
otras mujeres, ni individuos de distintas etnias, o los mismos intolerantes que
forman el frente de la ofensiva en la agresión de la cultura moderna occidental
contra el individuo atacarán. Hombres y mujeres que ya han entrado al contrato
legal/religioso con el otro no pueden enamorarse de nadie mas, aun si ya no
sienten pasión por su pareja marital. El amor, como la mayoría de nosotros lo conoce
actualmente, es un ritual cuidadosamente preescrito y preordenado, algo que
sucede los viernes en la noche en cines y restaurantes lujosos, algo que llena
los bolsillos de los accionistas de las industrias del entretenimiento. Este
"amor" comercializado y regulado, no tiene nada que ver con el amor
apasionado, que quema y consume al verdadero enamorado. Estas restricciones,
expectaciones y regulaciones suprimen al amor verdadero; pues el amor es una
flor salvaje que no puede crecer dentro de los confines preparados para ella,
sino que aparece donde menos se le espera.
Debemos luchar en contra de estas restricciones culturales
que lesionan y confunden nuestros deseos; pues es el amor lo que da un
significado a la vida, deseo que hace posible que nuestra existencia tenga
sentido y encontremos un propósito a nuestras vidas. Sin esto, no hay forma de
que determinemos como vivir nuestras vidas, excepto someternos a una autoridad,
a un dios, amo o doctrina que nos dirá que hacer y como hacerlo sin siquiera
darnos la satisfacción que la auto-determinación da. Así que enamórate hoy, de
hombres, de mujeres, de música, de ambiciones, de ti mismx... de la vida!
Alguien podrá decir que es ridículo implorar a los demás a
enamorarse -uno se enamora o no, no es una opción que se pueda escoger
conscientemente. Las emociones no siguen las instrucciones de la mente
racional. Pero el ambiente en el que vivamos nuestras vidas tiene una gran
influencia sobre nuestras emociones, y podemos tomar decisiones racionales que
afectaran este ambiente. Debería ser posible trabajar para cambiar un ambiente
que es hostil al amor a un ambiente que lo aliente. Nuestra tarea debe ser
construir nuestro mundo de tal manera que sea un lugar donde la gente pueda
enamorarse y lo haga, y así reconstituir a los seres humanos para que puedan
estar listos para la "revolución", para encontrar un significado y
felicidad en nuestras vidas.
Que pasaría si todos decidieran que es lo correcto e incorrecto
por ellos mismos, sin ningún respeto por la moralidad convencional? Que pasaría
si todos hicieran lo que quisieran, con el valor de enfrentar cualquier
consecuencia? Que pasaría si todos temieran a la monotonía sin amor y sin vida,
mas que lo que temen a tomar riesgos, mas de lo que temen al hambre o al frío o
al peligro? Que pasaría si todos eligieran sus "responsabilidades" y
el "sentido común" y se atrevieran a perseguir sus sueños más locos,
de llegar lejos y vivir cada día como si fuera el último? Imagina que lugar
sería el mundo!
Cachureo - N. Parra
Decidme hijos hay Marx?
Sí padre:
Marx hay
Cuántos Marxes hay?
Un solo Marx no +
Dónde está Marx?
En el culo *
en la tierra
y en todo lugar
Aleluya?
Aleluya!
* dice culo
léase cielo
El sueño y la revolución
El sueño no es el contrario de la realidad. Es un aspecto real de la vida humana, así como la acción; uno y otra, lejos de excluirse, se complementan. Pero este aspecto, descuidado o voluntariamente relegado al plano de las supersticiones peligrosas por la civilización actual (la de los cuarteles, las iglesias y las comisarías) contiene los fermentos de la revuelta más violenta por ser los más violentamente humanos. Se comprende que la voluntad de oscurantismo de los maîtres à penser se haya manifestado siempre por un desprecio total en relación con el sueño. Su inteligencia se limitó a tolerar (y tal vez a favorecer) la difusión de las “Claves de los Sueños”, obras desnaturalizadas, de carácter puramente supersticioso, fantasioso o idiota.
Pero los pueblos que el odioso buen sentido europeo se obstina en denominar “primitivos” (primitivos porque nunca conocieron los secretos de la bomba atómica, o simplemente de la hipocresía diplomática) conceden al sueño un lugar de primer orden.
Freud, al desvelar el mecanismo del sueño, al interpretarlo, demostró que éste constituía el perfecto revelador de las tendencias y de los deseos más secretos del hombre. Se sabe ahora que no existe sueño gratuito, que por el simple hecho de soñar el hombre cambia su destino, aun cuando ese cambio sea imperceptible. Despierto, el hombre aprehende del mundo lo que su razón y sus sentidos le han querido dejar percibir, vale decir, una ínfima parte de lo que realmente es; en el sueño, los objetos, los sentimientos, las relaciones más audaces se tornan lícitas, familiares. Descenso al corazón de sí mismo, al corazón de las cosas.
Esto es válido tanto para las colectividades como para los individuos. Si el sueño es la expresión del deseo, si la explicación del uno puede preludiar, en cierta medida, la realización del otro, el mayor deseo colectivo es la revolución. G. C. Lichtenberg lamentaba que la historia se compusiera únicamente del relato de los hombres despiertos. Cuando, una noche, todos los explotados sueñen que es preciso terminar y cómo terminar con el sistema tiránico que los gobierna, entonces, tal vez, la aurora surgirá en todo el mundo, sobre las barricadas.
Jean Schuster
Le Libertaire, 26 de octubre de 1951
Comer carne humana - G. Agurto
Comer carne humana
o de otro animal
cruda
es horrible al principio
sobre todo
si masticas los trozos grandes
se recomienda
empezar por los pequeños
sin respirar
luego respirando suavemente
una vez acostumbrado a su sabor
no podrás dejarla
te enamorarás
de su exquisito tierno amargor.
o de otro animal
cruda
es horrible al principio
sobre todo
si masticas los trozos grandes
se recomienda
empezar por los pequeños
sin respirar
luego respirando suavemente
una vez acostumbrado a su sabor
no podrás dejarla
te enamorarás
de su exquisito tierno amargor.
La abuela grillo
Animado cortometraje basado en un mito Ayoreo, dedicado a todos/as los/as que lucharon y siguen luchando por el agua.
Hábitos - J.L. Borges
La esfera de marfil que encierra esferas,
la brújula hechizada por el Norte,
la arena silenciosa como el tiempo
que miden los cristales que se invierten,
la runa, el singular caleidoscopio
con su carga de imágenes posibles,
la torre de ajedrez que los azares
de las diásporas han dejado sola,
el capitán de bronce que en Venecia
sigue mirando a su enemigo en Papua,
el puñal sin la muerte que el destino
le debe, unas monedas orientales,
los diecisiete libros de las Noches,
la imagen de mi abuelo, que no sabe,
que ha de morir después de una batalla,
el mortero de cobre y el martillo,
el dios hindú que baila con seis brazos.
No te asombren las cosas que enumero.
Más extraño eres tú, cuya morada
es un cuerpo que guarda un esqueleto,
uñas, carne, sudor, vísceras, dientes.
César y corrupción, álgebra y nadie.
V de Vendetta
Es una novela gráfica formada por una serie de diez comic books escritos por Alan Moore e ilustrados en su gran mayoría por David Lloyd, este último también llevaría a cabo las labores de apoyo en el concepto y en el guión. El argumento de la serie esta situado en un futuro distópico de finales de la década de los noventa (la serie fue creada en los ochenta).
La historia está ambientada en Gran Bretaña durante un futuro cercano y tras una guerra nuclear parcial, con gran parte del mundo destruido. En este futuro, un partido fascista llamado Norsefire (Fuego nórdico) ostenta el poder en el Reino Unido. Un misterioso anarquista revolucionario apodado “V”, oculto tras una máscara de Guy Fawkes, empieza una elaborada y violenta campaña con el fin de derrocar el gobierno e incitar a la población a adoptar una sociedad anarquista.
Hombre mirando al sudeste
Rantés aparece un día en un psiquiátrico señalando que viene de otro mundo. El escéptico Dr. Julio Denis intentará entablar una relación como la que lleva con todos sus pacientes, pero con el paso del tiempo irá descubriendo la creatividad y curiosidad de Rantés. La psiquiatría pretenderá imponer su supuesta -e impuesta- normalidad a través de fármacos y castigos, lo que hará al Dr. Denis cuestionarse su profesión. Una importante critica a esta disciplina de control.
Sus cuerpos y el mío.
Extraído de El Activista
Hoy, en la mayoría de los momentos que vivimos, el concepto de mercancía se convierte en la piedra angular de nuestras relaciones. El mercantilismo a tratado de tranzar dentro del mercado casi todas nuestras necesidades, muchas veces las deforma a tal punto de cambiar el concepto natural que estas tienen, transformándolas en meras acciones artificiales.
Una de las tantas necesidades que el capitalismo ha secuestrado a su favor, son nuestros placeres sexuales (las variadas formas que pueden atribuirse a esto son tan infinitas como las personas que las protagonizan) y las envasó en un artificial concepto: la pornografía.
La pornografía no es artificial por su carácter sexual, sino que más bien por que no tiene una cualidad sexual. Las relaciones allí retratadas representan fielmente el libreto de un director de cine. El hombre “el animal insaciable”, la mujer “la incubadora de necesidades”, sin embargo no podemos caer en la falacia de creer que la pornografía ofende a la mujer, pensar de esa forma tiene dos aristas, la primera una mirada paternalista donde la mujer es la pobre victima inocente, que falta de la protección de un hombre. La segunda una mirada netamente machista que no admite que la mujer puede llevar la iniciativa dentro de una relación sexual, y esta solo se remite a la posibilidad de ser follada, quien piense de esta forma no es mas que un patético machista o en su defecto es un triste pobre tipo que nunca ha sido follado por una chica.
Por otra parte la pornografía no es mala por el hecho de existir, sin no por el hecho de tener un carácter de mercancía. El punto es que lxs chicxs que participan en estos films venden su fuerza de trabajo a cambio de beneficios monetarios. Lxs participantes de las películas y sus actos se convierten en nada más que mercancía, en productos negociables a través de las lógicas mercantilistas.
¿Frente a esto que podemos hacer?, ¿Qué podemos hacer frente a la venta de personas, de mujeres, hombres, niñxs, “placeres”, vaginas, penes pechos (naturales como de plástico también), de hombres y mujeres de goma?
Nos venden cuerpos perfectos, hombres musculosos y mujeres moldeadas a punta de bisturí, nos venden penes de 24 centímetros, nos venden pechos y traseros que en comparación con nuestras manos son un mundo entero, nos venden los mismos clichés de la superioridad de un genero en frente al otro, etc. Nos venden nada más que mentiras.
Dejemos de lado aquellas patéticas normas que tratan de inculcarnos y vendernos a la vez. Ya basta de consumir y tragar sus falsas formas de relacionarse, es hora de llevar la subversión a nuestros cuerpos, rebelémonos frente a sus dogmas, destruyámoslos y creemos los nuestros.
No necesitamos sus cuerpos, sus guiones, sus cámaras, sus clichés y sus mierdas de sexismos, no necesitamos nada más que nuestros cuerpos y nuestra creatividad. Mis deseos no están en una película, mis deseos no están en sus camas, mis deseos están dentro de mí desarrollándose de forma salvaje, esperando el momento de liberarse.
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